citröen Xara
El cliente más penoso de mi video club, o al menos el único que a mi me provoca un sentimiento cercano a la pena es un chaval de gafas que tendrá unos quince años y que colecciona los fascículos del Citröen Xara que se supone que es un coche teledirigido que unos cabrones han desguazado en pedacitos infinitesimales que luego venden al más pardillo de la clase a 9.95 el cachito. El chaval de las gafas viene cada tres o cuatro semanas -el tiempo que tarda un chico de quince años sisándole a la abuela y robándole de la hucha a su hermano pequeño en reunir 9.95- y me pide satisfecho: "el fascículo 55 de citröen Xara", y yo entró en el almacén y le doy el fascículo que me pide, aunque también podría darle el 63, el 74, o el 96, porque en el fondo todos son iguales: una pieza diminuta con un cartón muy grande. Y el tío se va tan contento, sin saber que a su ritmo tendrá el coche completo... en el 2046. Yo creo que si le enseñara todos los fascículos que le esperan apoyados en la pared del almacén del vídeo le daría un colapso, porque sería como ver su futuro hipotecado casi para el resto de su vida -si sigue empeñado en el coche nunca podrá ir al cine este chaval, ni se comerá una hamburguesa, ni se beberá un calimocho con sus amigos, así que seguro que tendrá poca vida social, además a la primera chica que conozca acabará dejándola embarazada porque si ha de elegir entre la pieza 132 del citröen Xara o una caja de condones, sin duda el de las gafas elegirá la pieza-.
A veces me da por pensar que este chaval podría empezar a vender droga, o atracar a viejas o a vender su cuerpo para conseguir más dinero para sus fascículos, aunque como no soy un tipo del todo pesimista, pienso que también pude suceder que con el tiempo que tiene el chaval para memorizar cada una de las piezas del vehículo, el de las gafas en un futuro se puede convertir en un experto en automóviles y puede que llegue a ser un mecánico extraordinario o incluso que diseñe un nuevo modelo de automóvil que solucione para siempre el problema de la contaminación.
A veces me da por pensar que este chaval podría empezar a vender droga, o atracar a viejas o a vender su cuerpo para conseguir más dinero para sus fascículos, aunque como no soy un tipo del todo pesimista, pienso que también pude suceder que con el tiempo que tiene el chaval para memorizar cada una de las piezas del vehículo, el de las gafas en un futuro se puede convertir en un experto en automóviles y puede que llegue a ser un mecánico extraordinario o incluso que diseñe un nuevo modelo de automóvil que solucione para siempre el problema de la contaminación.
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ildara -
Kike -